lunes, julio 10, 2006

Y nacerá una flor. Odas al amor.


Algún día,
en algún lugar,
quizás olvidado,
o más bien ignorado,
entre las cenizas,
volverá a nacer una planta,
una flor.
Como un nuevo amor,
que nace con más fuerza,
más vida,
mucho más,
que el anterior.
Y vendrá para enseñarnos,
que existe el extasis
sin necesidad de tormentos.
Y aunque digan que el amor
no es eterno,
sabremos que no será así,
pues este se transforma,
nunca muere.
Vendrá para demostrarnos
que la eternidad existe,
radica en la serenidad,
en el día a día,
en la fe,
la devoción,
y la perseverancia.
Cantará que la pasión se enciende,
con la chispa adecuada.
Volverán los días de alegría,
las noches con estrellas brillantes,
las lunas llenas tendrán magia.
Volverán a hacernos sentir,
con todos los sentidos,
a llenarnos de paz,
de presente,
de futuro,
de tranquilidad,
de extasis.
Algún día nacerá,
una verdosa planta,
escamas de pardo rojizo,
con flores blancas,
y frutos negros azulados.
Algún dia nacerá,
y la llamaré Sabina,
y la llamaré AMOR.