Hero 4 ever.
El Archi, Hiper, Mega, Supra conocido y popularísmo "Indio",
por fin ha hecho realidad ser un dj de verdad,
ese dj que guardaba dentro, elitista entre y exclusivamente para sus amigos.
En un arrinconado ordenador, de su lúgubre habitación,
pincha discos, mientras le dá tientos a un vaso de licor.
¡¡Sirena, y que siga la fiesta!!, ¡¡Dj sesion residente: Hero 4 ever!!.
Lo que antes eran viejas cintas, nefastamente mezcladas,
eso sí, con toda la ilusión y devoción que hay en este mundo,
ahora son simulacros de grandes sesiones, de grandes djs y de grandes discoteques.
Hasta suena bien, claro, si tu oído es inexperto en la materia, todo sea dicho.
Las noches, para él, siguen siendo eternas, su delgado cuerpo sigue en su sitio,
pero su cabeza se revoluciona, se enajena, al oir su "chumba, chumba"
(binario, birítmico,...por supuesto)
y tragos de Ron, y más Ron.
Caracterizado por sus muecas, mueve las manos como las marionetas,
cuando por sus tímpanos entran notas, de aquella música que tanto le inquieta.
¡Qué maravillosos aquellos veinte años!. Desde los primeros hasta los últimos,
cuando parecía que éramos indestructibles, y que nada ni nadie nos podia hacer daño,
a excepción de algún "rapao" cruzándonos la cara.
De los malos sueños y los nefastos bajones, mejor archivarlos, arrinconarlos.
Y que mejor manera de hacerlo que con sus irrepetibles "cenitas",
en "Can Joan de Peguera",... hoy toca olvidar, toca disfrutar.
Il fuoco del Vulcano, Absenta, Ron, Güiski, etc...muy etc... y de cabeza a tiempos de:
Raiders from the Storm, Just a perfect day, y siempre, siempre, su juvenil Happy HardCore.
No me hago la idea de mi vida sin mi amigo.
Y si la noche se tercia tranquila,...no pasa nada, ahí estamos para hablar, discutir,
de la vida, de nuestras vidas. Filosofías baratas, en el bar de la esquina o en una "terracita".
Intentando arreglar el mundo, entenderlo aunque fuera, sentados, viendo como todo
iba tan deprisa,... o sencillamente disfrutando de la compañía amiga y sincera.
Al señor "diplomático", entre todos sus amigos, la vida le ha ido forjando,
a golpe de hierro y fuego, madurez tatuada en el día a día.
El "teléfono rojo", el nexo de unión de un barrio, de tanta gente, de aquellos años dorados.
Nos unía y reunía a todos, a todos, para hacer de la noche de fin de semana, jóven y única.
¡Al abordaje!, ¡Carpe Diem!, ¡Petaos de la vida, a por la vida, que son dos días!.
De aquel grupo, de aquella época lejana, ahora quedamos unos pocos, dispersos en grupos diferentes, fieles a su compañía,...y si se lo propone nos vuelve a juntar.
¡Cómo cambia la vida, querido amigo!.
Y a pesar de todo lo vivido, malvivido o perdido, él continua, sigue dándonos muchas alegrías.
No se rinde, no te rindas, que mañana será otro día.
Sigue así, no cambies. Evoluciona (¿recuerdas?). Algún día encontraras ese niño que todos llevamos dentro y del que tanto ansías su reencuentro, aunque sólo fuera por fugaces y breves momentos, espero estar a tu lado, en tu compañía, para disfrutarlo, compartirlo...y como bien te dije hace muchos años: lo importante no es lo que aprendamos los unos de los otros, sinó lo que compartamos.
Para siempre, mi amigo: Gero.
(¡qué cara de lerdos!, y las había peores...)
por fin ha hecho realidad ser un dj de verdad,
ese dj que guardaba dentro, elitista entre y exclusivamente para sus amigos.
En un arrinconado ordenador, de su lúgubre habitación,
pincha discos, mientras le dá tientos a un vaso de licor.
¡¡Sirena, y que siga la fiesta!!, ¡¡Dj sesion residente: Hero 4 ever!!.
Lo que antes eran viejas cintas, nefastamente mezcladas,
eso sí, con toda la ilusión y devoción que hay en este mundo,
ahora son simulacros de grandes sesiones, de grandes djs y de grandes discoteques.
Hasta suena bien, claro, si tu oído es inexperto en la materia, todo sea dicho.
Las noches, para él, siguen siendo eternas, su delgado cuerpo sigue en su sitio,
pero su cabeza se revoluciona, se enajena, al oir su "chumba, chumba"
(binario, birítmico,...por supuesto)
y tragos de Ron, y más Ron.
Caracterizado por sus muecas, mueve las manos como las marionetas,
cuando por sus tímpanos entran notas, de aquella música que tanto le inquieta.
¡Qué maravillosos aquellos veinte años!. Desde los primeros hasta los últimos,
cuando parecía que éramos indestructibles, y que nada ni nadie nos podia hacer daño,
a excepción de algún "rapao" cruzándonos la cara.
De los malos sueños y los nefastos bajones, mejor archivarlos, arrinconarlos.
Y que mejor manera de hacerlo que con sus irrepetibles "cenitas",
en "Can Joan de Peguera",... hoy toca olvidar, toca disfrutar.
Il fuoco del Vulcano, Absenta, Ron, Güiski, etc...muy etc... y de cabeza a tiempos de:
Raiders from the Storm, Just a perfect day, y siempre, siempre, su juvenil Happy HardCore.
No me hago la idea de mi vida sin mi amigo.
Y si la noche se tercia tranquila,...no pasa nada, ahí estamos para hablar, discutir,
de la vida, de nuestras vidas. Filosofías baratas, en el bar de la esquina o en una "terracita".
Intentando arreglar el mundo, entenderlo aunque fuera, sentados, viendo como todo
iba tan deprisa,... o sencillamente disfrutando de la compañía amiga y sincera.
Al señor "diplomático", entre todos sus amigos, la vida le ha ido forjando,
a golpe de hierro y fuego, madurez tatuada en el día a día.
El "teléfono rojo", el nexo de unión de un barrio, de tanta gente, de aquellos años dorados.
Nos unía y reunía a todos, a todos, para hacer de la noche de fin de semana, jóven y única.
¡Al abordaje!, ¡Carpe Diem!, ¡Petaos de la vida, a por la vida, que son dos días!.
De aquel grupo, de aquella época lejana, ahora quedamos unos pocos, dispersos en grupos diferentes, fieles a su compañía,...y si se lo propone nos vuelve a juntar.
¡Cómo cambia la vida, querido amigo!.
Y a pesar de todo lo vivido, malvivido o perdido, él continua, sigue dándonos muchas alegrías.
No se rinde, no te rindas, que mañana será otro día.
Sigue así, no cambies. Evoluciona (¿recuerdas?). Algún día encontraras ese niño que todos llevamos dentro y del que tanto ansías su reencuentro, aunque sólo fuera por fugaces y breves momentos, espero estar a tu lado, en tu compañía, para disfrutarlo, compartirlo...y como bien te dije hace muchos años: lo importante no es lo que aprendamos los unos de los otros, sinó lo que compartamos.
Para siempre, mi amigo: Gero.
(¡qué cara de lerdos!, y las había peores...)
Oh, que bonito... aunque a mi no me corresponde escribirlo.
A ver si el "fuching indian" se digna primero a leerte y después a escribirte algo, jeje.
Por la foto... localización: el "barna", que se ve a Sines por detrás, de la composición mejor no hago comentarios.
Saludetes!!