El Reino Perdido.
Libera tu mortal cuerpo y déjate hundir.
No te preocupes si crees ahogarte,
no te preocupes si la corriente te engulle hacia lo más profundo.
Mira bien, al final, en el abismo de mar, verás una luz brillar.
Atraída por su resplandor, serás guiada hasta la gran puerta dorada,
custodiada por dos grandes torres y colorido coral.
Si llamas a la puerta, ahí detrás estaré yo, esperándote.
Una gran estatua, de un Dios olvidado te dará la bienvenida a mi Reino, el Reino sumergido.
Piedra, marfil, cristal. Casas, palacios, templos,...
levantados a ambos lados de la gran avenida.
Las sabinas recubren las aceras con sus azulados pétalos.
La hiedra serpentea por los balcones, las torres y las paredes de esos bellos edificios,
algunos derruidos, ruinosos, abandonados.
Hojas caducas revoloteando, de un lado a otro, arrastradas por un viento imposible.
Las cascadas se abren paso por las grietas de un desquebrajado techo turquesa, iluminado, susurrante
música que rebosa en las fuentes.
A lo lejos, en lo más alto de la colina verás el Palacio Plateado.
Sube la larga escalinata y atraviesa el umbral.
Negros pétalos de rosas ya muertas, esparcidas por el recibidor.
A ambos lados del pasillo observarás tapices de orientales telas,
encerrando preciosas salas,
con camas vestidas de dulce seda y cuadros colgados representando tiempos mejores, resplandecientes.
Al final de tu camino te encontrarás con tres bastos peldaños.
Candelabros plateados sustentan cientos de cirios e iluminan la penumbra.
¡He aquí mi trono!, y yo, el Rey, de nuevo coronado.
En un mundo hundido, decadente y profundo, muy profundo.
¡He aquí yo!, ¿sientes mi presencia?.
Surgido de una molécula de luz y destinado a levantar este Reino,
mi Reino escondido de todo el mundo.
Descansa si te encuentras cansada.
Duerme arropada de cálidas sábanas.
Danza, al son de músicas lejanas y siéntete libre.
Come si estás hambrienta. Bebe si estás sedienta.
Pídeme todos los deseos con los que siempre hallas soñado,
y quizás te los conceda,
a excepción de uno, sólo uno:...
Todo es cuestión de tiempo, sólo necesito recobrar la fe de mi Dios olvidado.
(Gracias a Dave Gahan).
Muy bueno, tío, pero... seguro que te ha inspirado Dave Gahan... porque a este texto le pones la música de Dead Can Dance y queda de puta madre. Me recuerda a la descripción de aquellos reinos olvidados que creamos en Golferichs... Buenos tiempos... buenos recuerdos, je.
Saludos!
100 % inspirado en una divina canción, del vocalista de Depeche Mode.
También tengo reservado algo para los geniales "Dead Can Dance".
Saludos desde las profundidades.
Aaah, ya veo!!! Este escrito está dedicao a mi y los colegas en general! O sea, que vayamos a tu kelly, a montarnos la fiestuki, no? Que nos encontraremos con las birras (el litros), con el blusafir (el friki), con el ron (el indio), incluso con el vodka (el oso de la siberia, aunque este es un pco rancio con el tema de ir a tu reino...); hasta puede que encontremos martini bianco (que más el vodka, idóneo pal litros, de ahí su nombre, ¿verdad perla?). Y los candelabros y las calles y edificios y toda esa mandanga pués que tendrás decorado cada escenario de tu casa: la zona fantasía, el far west, el mundo de Quatermain; cada habitación super maqueada pa recibir a tus compis y armar la de Diooosh! Mola!!! Y beberemos y comeremos y habrá musiqueta pa todos! Fiestaaaa!!! Y los escalones y tu trono, jur, jur, que me sentaré yo un rato, de puta madre! Ara, en cuanto a la musica, el dei gajan mejor te lo pones pa cuando ya no estemos, que es un poco muermo. Mejor bailamos con piyuli, discontrol y el pastillas, no??? Bueno, a ver si te lo montas bien pa, como muy tarde, el San Juan, que yo me apunto. Lo único raro de tu escrito es que está dirigido en 2ª persona singular del femenino... Pero está dedicao a tus colegas... no? Que sí, que tu reino nos mola, volveremos!!!
Juasjuas, con el puto Indio. Éste, a la que le da un poco al caciquecola se le va la castaña pero cosa buena, aaaaah!
De todas formas, lo que está comentando no es tan descabellado, jaja y cuando se tercie vamos a estucar las paredes de tu casa y lo que sea, pero esta vez sin mujeres, que siempre nos cortan el rollo cuando mejor estamos, ¿eh?