Adiós. Odas al amor.
Y me iré lejos, ojalá que hacia la luz.
Mi destino que, un día gris, olvidé,
me vendrá a buscar.
Y está vez, no me podrás seguir.
Mi destino que, un día gris, olvidé,
me vendrá a buscar.
Y está vez, no me podrás seguir.
Absorbido por la magna señal,
que ya no será la tuya, no será.
Me guiará a un mundo soñado,
El tiempo pasado será erradicado,
las distancias cortas,
muy cortas, entre el amor y yo.
Las horas cánticos a la paz,
las promesas montañas,
como el vaivén del mar los sueños,
como las sinceras miradas
el cristalino fondo del lago.
Y me iré lejos,
y esta vez no me podrás atar,
no hará falta morder ninguna cadena.
que ya no será la tuya, no será.
Me guiará a un mundo soñado,
El tiempo pasado será erradicado,
las distancias cortas,
muy cortas, entre el amor y yo.
Las horas cánticos a la paz,
las promesas montañas,
como el vaivén del mar los sueños,
como las sinceras miradas
el cristalino fondo del lago.
Y me iré lejos,
y esta vez no me podrás atar,
no hará falta morder ninguna cadena.
Recordaré un destino olvidado,
sin más lágrimas que curar.
Sonrisas que dejarán dormir,
en la sombra de un infinito oasis,
descansaré.
Ante tu mirada...
...mientras me dejas partir.
Y no me encontrarás.
Ascenderé al cielo,
en brazos de un arcángel,
azulados iris.
Con una imponente voz,
borrará el angustioso pasado,
y creará el prefecto silencio.
Quizás muerto,
o quizás en el eterno recuerdo,
de quien queda en el pensamiento del pasado,
sin más lágrimas que curar.
Sonrisas que dejarán dormir,
en la sombra de un infinito oasis,
descansaré.
Ante tu mirada...
...mientras me dejas partir.
Y no me encontrarás.
Ascenderé al cielo,
en brazos de un arcángel,
azulados iris.
Con una imponente voz,
borrará el angustioso pasado,
y creará el prefecto silencio.
Quizás muerto,
o quizás en el eterno recuerdo,
de quien queda en el pensamiento del pasado,
quizás vivo en tu mente.
Y me iré lejos,
...y nada podrás hacer.
Me voy lejos, adiós.
Y me iré lejos,
...y nada podrás hacer.
Me voy lejos, adiós.